Esta semana tocaremos este delicado tema.
Estoy segura de que la mayoría de nosotros pensamos que nuestro perro nunca llegaría a morder, y mucho menos a nosotros o alguien de nuestro entorno cercano.
Pues bien, es necesario desmentir esto, y la respuesta es SI. Cualquier perro puede llegar a morder en determinadas circunstancias, sin que por eso tengamos que estar permanentemente atemorizados ó vayamos a calificarlo de perro agresivo.
Los perros pueden morder en situaciones de :

-temor
-excitación y juego,
-de dolor o enfermedad
-protección de sus pertenencias
Cada una de ellas, debe ser analizada y trabajada por separado, pues tiene una causa distinta y distinto enfoque de resolución.
En determinadas ocasiones nosotros perdemos la calma, mostrando reacciones para defendernos o avisar a la otra persona antes de traspasar nuestros límites. Los perros utilizan un conjunto de señales corporales, que expresan conceptos similares. La mayoría de las personas las desconocen.
Además, los perros pueden sentirse en verdadero peligro sin que nosotros lo sepamos, bien por lo que sucede en ese momento o bien por lo que ha sucedido en anteriores experiencias.
Los últimos avisos del perro cuando se siente atemorizado, acorralado o amenazado serían gruñir o abalanzarse y marcar. En última instancia, sin tener una vía de escape, el perro podría llegar a morder. Cualquier perro.
Es importante tener en cuenta que si tenemos un perro que no ha tenido buenas experiencias con otras personas, perros u objetos de la calle, es muy probable que viva a diario situaciones de estrés, lo que le predispone muy fácilmente a sentirse en peligro.
Trata bien y con respeto a tu perro en todo momento, incluso jugando. Aprende las señales de aviso y de ayuda que él te comunica y trabaja una buena socialización premiándolo con cosas agradables, eliminando todo tipo de castigo.
Así tu perro se sentirá confiado y sin nada que temer.

Y en ultima instancia, siempre la previsión es la mejor baza.